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Te comparto una receta de pan sin gluten y sin harinas, con almendras y huevo, que además de saludable aprovecha la fibra de un licuado de verdura.

Ahora que estamos en primavera a las puertas del verano, nos apetecen más los batidos, los zumos y los licuados de verduras y frutas. A mí me encanta el clásico licuado de 3 zanahorias, 1 manzana, medio limón ecológico entero con la cáscara, ¼ de pepino ecológico con la piel y una remolacha pequeña. Es un licuado delicioso, rico en vitaminas y antioxidantes, de un color precioso, que nutre nuestras mucosas digestivas y protege nuestra piel. Con la fibra del licuado podemos realizar este pan proteico muy fácil y rápido de hacer, sin harinas y sin gluten.

Pan proteico sin gluten

Ingredientes

  • 300 gr de almendras trituradas con un procesador o un molinillo eléctrico (hasta hacer harina)
  • 150 gr de fibra aprovechada de un licuado (de zanahoria, manzana, remolacha…)
  • 1 cucharada de polvo de hornear eco
  • 20 gr de psyllium en polvo
  • 1 cucharada de sal (o al gusto)
  • 60ml o 6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 5 huevos eco
  • Especias al gusto (tomillo, orégano)
  • 50-80ml de agua tibia (incorporar el mínimo y añadir hasta la cantidad máxima si hace falta hasta conseguir una masa bien húmeda, hará que quede más tierno y esponjoso)
  • Semillas de girasol, calabaza y sésamo para decorar por encima

Preparación

  1. Precalienta el horno a 180 grados con calor arriba y abajo, sin ventilador.
  2. Tritura las almendras con un molinillo de café o procesador.
  3. Mezcla todos los ingredientes en un bol hasta que quede una masa bastante pegajosa, que no puedas dar forma con la mano. Debe quedar bastante hidratada.
  4. Coloca la masa en un molde de silicona rectangular de 20 cm de largo y añade las semillas por encima al gusto, apretándolas un poco con la mano para que no se caigan después.
  5. Introduce en el horno en la bandeja central durante 1 hora.
  6. Saca del horno, retíralo del molde y deja enfriar el pan unas 2 horas sobre una rejilla del horno (fuera del horno) para que pueda acabar de cocerse bien y no se humedezca.
  7. Espera a cortarlo una vez esté frío.
  8. Lo puedes consumir en 3-4 días, guardado en la nevera en un paño de algodón (nunca en plástico ya que no podría respirar). Puedes congelarlo perfectamente, siempre cortado previamente.